¿Vinos de invierno?
Falta poco ya para la llegada del invierno y, por ende, una de las épocas más bonitas y alegres del año: la Navidad. Es durante esta época, en la que se unen el frío de la calle con nuestras ganas de salir y juntarnos con nuestros seres queridos, cuando puede surgirnos la siguiente duda: ¿existen los vinos de invierno?
La respuesta es sencilla: SÍ, POR SUPUESTO QUE EXISTEN. Ahora bien, la explicación es algo más complicada. ¿Por qué son vinos de invierno? Eso pretendemos explicar en este artículo y, para ello, debemos distinguir:
- Vinos elaborados en invierno
- Vinos consumidos en invierno
- Vinos que apetecen más o menos según la estación del año
¿Existen o son una leyenda de invierno?
- Sin ánimo de escribir un denso y soporífero tratado de enología, podemos afirmar que existen ciertos vinos elaborados únicamente durante el invierno como algunos “Vendimia Tardía” y, sobre todo, los “Vinos de Hielo” (de manera natural congelándose la uva en el viñedo, ya que la tecnología actual permite lograr el mismo efecto mediante el uso de cámaras frigoríficas y un gasto ingente de energía).
- En segundo lugar, podemos hablar de un grupo de vinos o “bebidas a base de vino” que se consumen solo durante el invierno, como el “Vino Caliente” (muy típico en el centro y este de Europa así como en los países escandinavos, pero también en zonas frías de nuestro país) y sus derivados, con recetas diferentes según el país o, incluso, cada familia.
- Por último, todos los aficionados al vino tenemos nuestros gustos, pero existen algunas situaciones en las que la mayoría solemos estar de acuerdo: a 40ºC normalmente no apetecen tintos de mucho cuerpo ni a -5ºC blancos frescos y ligeros. Por eso aumenta tanto el consumo de blanco y, sobre todo, de clarete durante el verano y decae a medida que llegamos al invierno.
No incluiremos en esta lista vinos como los espumosos (muy relacionados con las celebraciones, pero no exclusivos del invierno), ni bebidas como el zurracapote (se sirve frío y es más típico de la Semana Santa, fiestas patronales o verano) ni el ponche (porque, además de llevar generalmente licor y no vino, ¿quién bebe ponche en el S.XXI? ¿Alguien? De verdad, si en la actualidad seguís bebiendo ponche enviadnos vuestra receta por correo ordinario, fax, telégrafo o señales de humo antes de que esta desaparezca en la historia).
Así pues, y para ir finalizando, desde Vallobera nos gustaría transmitiros 4 deseos: que paséis una Feliz Navidad (todos tenemos en la familia o cuadrilla algún “Grinch”: a vosotros también os deseamos que seáis felices en Navidad, así que al menos intentadlo), que os juntéis con vuestros seres queridos y disfrutéis de buenos momentos, que no se os haga dura la vuelta al trabajo y, por supuesto, que brindéis con buen vino durante todo el año (pues la vida es demasiado corta para comer y beber mal).
¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo para todos!
P.D.: ¡Consumidores de ponche! No nos tengáis en cuenta la broma: al igual que los jóvenes de hoy en día consideran que meter cerveza en una barrica es algo moderno y, sin embargo, hacer lo mismo con el vino es algo antiguo, todos tenemos prejuicios que debemos vencer (como considerar el ponche una bebida arcaica).